Mujeres de ciencia (I): Harriette Chick, pionera en la investigación nutricional.

Hoy inauguramos una nueva sección en la parte más histórica del blog. A través de reseñas biográficas, trataré de difundir los principales nombres y carreras profesionales de las mujeres en la ciencia que, por las dificultades sufridas en su desarrollo profesional, así como, por su gran contribución a la historia y conocimiento de la ciencia, son dignas de ser homenajeadas y reconocidas por gran parte del público de este blog y del público en general. La primera mujer protagonista de esta serie, será Dame Harriette Chick, científica pionera en la investigación nutricional, llevada a cabo entre el siglo XIX y el siglo XX.

Programa For Women in Science L'Oreal - Unesco

Dame Harriete Chick, nació un 6 enero 1875 en Gran Bretaña en el seno de una familia muy numerosa, siendo la quinta de doce hermanos. Educada en el Notting Hill High & Ealing High School (escuela  de ciencias muy reputada en su época), su interés por la bioquímica la llevó a H. Chickcontinuar sus estudios en 1894, en la Universidad de Londres, dónde se doctoró en ciencias en 1903, por su trabajo sobre algas verdes en aguas contaminadas. Sin embargo, su carrera científica no sería un camino de rosas. A principios del siglo XX, se cuestionaba la idoneidad de las mujeres para el estudio de la ciencia (en esta época, tampoco podían votar) y se priorizaba la presencia de hombres frente a mujeres, en las carreras científico- académicas. Sin embargo, Harriette Chick consiguió dos logros importantes en aquella época; uno de ellos, fue que resultó ser una de las dos únicas mujeres  que consiguieron obtener una beca de investigación en bacteriología y posteriormente, en 1905, resultó seleccionada con la beca Memorial Jenner (hasta ese momento, nunca había sido otorgada a una mujer) para su ingreso en el Instituto Lister de Medicina Preventiva situado en el barrio de Chelsea (Londres), lugar dónde, a pesar de las reticencias iniciales de algunos miembros de dicho insitituto, empezó su andadura profesional.

Lister Institute of Preventive Medicine Cortesía:  Wellcome Library, London. Wellcome Images

Lister Institute of Preventive Medicine Cortesía: Wellcome Library, London. Wellcome Images

A partir de 1907, Chick consigue hacerse un hueco como bioquímica, a través de sus investigaciones sobre la eliminación de aguas residuales y la desinfección bacteriana. En 1908, postuló la conocida como ley de Chick sobre desinfección, en dónde relacionaba el grado de letalidad bacteriana frente al tiempo de contacto con el desinfectante y la temperatura empleada (aspecto de gran importancia a nivel de salud pública, por aquel entonces, debido a la alta mortalidad por las infecciones bacterianas). Esta ley, de utilidad a día de hoy, fue posteriormente modificado por H.E.Watson, quién incluyó el coeficiente de letalidad específica.Ley de Chick y Watson. El trabajo de investigación de Harriette, no se estancó en sus estudios microbiológicos, sino que también probó sus conocimientos en otras áreas del conocimiento científico, dónde finalmente, obtendría su máximo reconocimiento profesional. A través de sus estudios sobre la química-física de las proteínas (en concreto, de la seroalbúmina), realizados con el director de la institución, Charles James Martin, ambos descubrieron que el proceso de desnaturalización de la proteína era distinto al proceso de coagulación (o floculación), gracias a la comprensión del plegamiento de la estructura de las proteínas, postulado por aquel entonces. A través de este nuevo concepto, H. ChickHarriette también estudiaría la estructura de las antitoxinas del tétanos, para determinar si la inactivación de microorganismos, podía explicarse por la desnaturalización de sus proteínas. Otros trabajos realizados con con C.J. Martin, durante esa época, fueron los destinados a fijar las vías de transmisión de la peste bubónica, estudios dónde ella misma, actúo como voluntaria. Gracias a todo ello, a partir 1913, Harriette Chick, junto con otras mujeres científicas como, Ida Smedley y Muriel Wheldale, formaron parte de la Sociedad de Bioquímica (antes Biochemical Club), hasta entonces vedada a la presencia de mujeres, así como de la Sociedad de Fisiología, en 1918, en dónde consiguió, ser la primera mujer miembro honorario en el 1968. 

Todo hacía parecer que Harriette Chick se decantaría por este tipo de investigación bioquímica-físca de las proteínas, pero algo sucedió, que cambió su rumbo profesional. Allá por el año 1914, las pruebas nutricionales llevadas a cabo por el emergente departamento de nutrición del Instituto Lister, mostraron evidencias de que, existían ciertos componentes de la dieta hasta entonces insospechados, que resultaban ser esenciales para salud (concepto de vitamina establecido por el polaco Casimir Funk, en 1912), captaron la atención de Harriette Chick, previa sugerencia de su compañero C. J. Martin. Este hecho, coincidió con el estallido de la Primera Guerra Mundial; las tropas del ejército enviadas al extranjero, estaban sufriendo dificultades nutricionales (lo que Falta de vitamina B1- Beriberihoy se conoce como escorbuto o deficiencia de vitamina C y el beriberi o deficiencia de la vitamina B1 o tiamina) y se solicitaba al Instituto Lister, un intento por descubrir cuál era la vía de contagio (se creía que eran enfermedades de origen infeccioso) y finalmente, cuales eran los alimentos más adecuados para alimentar a las tropas en el campo de batalla y protegerlos así, frente a ese tipo de desnutrición. A través de la investigación con palomas y cobayas, Harriette y sus compañeros del Instituto Lister, llegaron a la conclusión de que, los cereales integrales, las legumbres, los huevos, la levadura, la carne fresca y los germinados de legumbres eran alimentos óptimos frente al beriberi y al escorbuto, mientras que la  leche o el queso, requerían del consumo conjunto de alimentos antiescorbúticos (ej: zumo de limón) para curar y prevenir esta enfermedad. Años después, en 1932, Harriette Chick, se interesaría también por otra patología relacionada con otra vitamina del grupo B, la pelagra o deficiencia de la vitamina B3 (niacina), que la llevaría a realizar diversas conferencias sobre la relación  existente entre un consumo excesivo de maíz en las dietas y un aumento en el riesgo de padecer deficiencia de la niacina, apoyado en los estudios realizados por Joseph Goldberger. Todo ello fructificaría en el estudio de las propiedades nutricionales de varios cereales y alimentos (ej: patata) y en el desarrollo de un Plan Nacional del Pan, que se llevaría a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, con el fin de mejorar la alimentación de la sociedad.

Pero sin lugar a dudas, Harriete Chick será recordada por los estudios sobre el raquitismo y la deficiencia de vitamina D realizados en Vienna durante los años de posguerra (1919-1922). Hasta ese momento, el raquitismo ampliamente observado en las poblaciones afectadas por la guerra, era considerado una enfermedad infecciosa, observándose un aumento deNiños con raquitismo deformidades óseas en niños (su peso hace que los huesos de las piernas se distorsionen, haciendo que parezcan «patizambos«, debido a la baja mineralización y la baja resistencia mecánica de los huesos), similares a las observadas en adultos de avanzada edad. Originalmente era conocida como «la enfermedad de inglés« pero, por finales del s. XIX y principios del s. XX, ya se había convertido en un problema grave de grandes ciudades tanto en Europa como en América del Norte. Viena, era una ciudad que había sido gravemente afectada por el bloqueo comercial impuesto por los aliados de la I Guerra Mundial, siendo la malnutrición y el hambre una constante en su población. A petición del Consejo de Investigación Médica (MRC), creado por el gobierno británico, se creó un comité de investigación, cuya secretaria fue Harriette Chick, que sería enviado a Viena para investigar el estado nutricional de la Hospital de niños de Vienapoblación y dilucidar si determinadas enfermedades observadas en la población, podrían estar relacionadas con la falta de vitaminas específicas de los alimentos que escaseaban. Este comité, estaba formado por la propia Harriete y sus compañeras de equipo del Insitituto Lister, Elsie Dalyell, Margaret Hume y Hannah Henderson Smith. Dicho comité, fue invitado por Charles Pirquet, director del hospital de niños de Viena (Universidad de Kinderklinik), en dónde, a pesar de contar con una fuerte oposición de la opinión pública, decidieron extrapolar los experimentos realizados con animales, sobre los pacientes del hospital, para determinar si el origen del raquitismo era o no de etiología nutricional.

Aceite de hígado de bacalao

Para llegar a una conclusión firme, trabajaron conjuntamente con el personal del hospital, llevando a cabo cambios en las dietas de los pacientes y registrando y observando los resultados obtenidos. La investigación realizada, demostró que el raquitismo era causado por deficiencias en la dieta, especialmente por la falta de una vitamina liposoluble (vitamina D) presente en el aceite de hígado de bacalao (junto con la vitamina A) y que a través de la exposición a la luz directa del sol, el raquitismo infantil se podía prevenir y curar. Todos estos hallazgos, fueron publicados en 1923 como «Estudios de raquitismo en Viena» y fueron rápidamente bien acogidos por la sociedad médica y la población en general. Además, desde el sistema de medicina preventiva de Estados Unidos, se planteó la iniciativa de fortificar la leche con vitamina D, a fin de erradicar el raquitismo en este país.

H. Chick

Poco a poco, Harriette Chick alcanzó una cierta reputación internacional por su investigación sobre las vitaminas, hecho que le llevó a ser galardonada con varios premios como el CBE en 1932, la insignia de dama del imperio británico en 1949 y  el Bristish Nutrition Fundation (BNF) en 1974, entre otros. Además, el compromiso con la investigación científica por parte de Harriette Chick, abarcó casi nueve décadas (desde el 1890 al 1970), actuando como secretaria del comité médico del Consejo de Investigación (MRC), hasta 1937 y siendo en 1941, nombrada como .miembro fundador de la Sociedad de Nutrición, de la que fue presidenta entre 1956-1959. Su contacto con la comunidad científica y con la nutrición en general, continuaron hasta el final de su larga y solitaria vida (nunca se casó), un 9 de julio de 1977 contando con 102 años.

Finaliza aquí, la primera reseña, a una de las grandes mujeres de la ciencia. Espero seguir trayendo más mujeres de y por la ciencia, para que su trabajo y esfuerzo sea reconocido por tod@s.

¡Nos leemos en la próxima entrada!

Tatiana DC

Fuentes

Biochemical Society, Agosto (2013)  ;   Gratzer, W. «errors of the table: the curious history of nutrition» Ed. Oxford University Press (2005)  ;  Obituary DAME HARRIETTE CHICK (5 January 1875-9 July 1977) Br. J. Nutr. (1978)                       http://jn.nutrition.org/content/138/5/827.full http://www.mc.vanderbilt.edu/diglib/sc_diglib/archColl/14.html http://www2.warwick.ac.uk/fac/arts/history/chm/research_teaching/research/early_women_biochem/people_harriette_chick/ http://www.nature.com/bonekeyreports/2014/140108/bonekey2013212/full/bonekey2013212.html    http://nutritionhistory.org/harriette-chick-1875-1977/                               https://thisdayinwaterhistory.wordpress.com/tag/chicks-law/

PD. La mayoría de fotos, referidas a Harriette Chick y sus trabajos proceden de Wellcome Library, London. Wellcome Images.

7 comentarios en “Mujeres de ciencia (I): Harriette Chick, pionera en la investigación nutricional.

    • Hola, Eduardo
      Juro que ya tenía en mente escribir una serie de entradas sobre mujeres científicas, pero como tu bien dices, este artículo viene muy bien para rebatir las declaraciones del señor Hunt. Supongo que dicho señor, seguirá llorando por la metedura de pata que se marcó y más si llegara a leer, los grandes sacrificios y luchas que han hecho y siguen haciendo, las mujeres en el ámbito científico (y si me apuras, en los ámbitos directivos y/o de poder). Muchas gracias por tu comentario y tus felicitaciones. Una intenta mejorar día a día. Saludos

  1. Pingback: 11 de febrero: #WomeninStem - Naukas

  2. Pues aún lo estamos leyendo hoy, en el díamujeryciencia 2017, pero nunca es tarde si la dicha es buena 🙂
    Está fenomenal, tanto para saber de esta gran mujer como para entender las deficiencias vitamínicas. Así que con tu permiso lo aprovecharé para mis clases.

    Gracias Tatiana

    • Para eso está, para que se aproveche. A mi fascinó la personalidad que se le intuye en las diferentes reseñas bibliográficas, toda una «wonderwoman» de la ciencia de primeros de siglo. Muchas gracias por el apoyo, Marisa!!
      Un abrazo,
      Tatiana DC

  3. Quede enganchada desde el primer momento con tu narrativa, sin lugar a duda haces un buen trabajo. Yo no la conocía, pero fue un trabajo sobre el Beriberi que me trajo aquí, gracias por la ayuda, por cierto.
    A seguir leyendo sobre los aportes de las mujeres a la ciencia, que no todos los días te topas con escritos como este.

    • Hola Yessica,

      Muchísimas gracias a ti por tus palabras. A veces escribo para deleite propio, como forma de guardar información que me parece interesante en torno a esta temática en concreto, así que mensajes como el tuyo me halagan muchísimo.
      Te adelanto que próximamente podrás leer una nueva entrada sobre otra mujer de ciencia que, por desgracia, es apenas conocida. A ver si poco a poco vamos consiguiendo darles el reconocimiento que merecen.
      Un saludo,
      TatianaDC

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